Desde el año 2016, la agencia ha enfocado sus esfuerzos en la situación de las personas en el país, promoviendo la integración de los programas en la comunidad.
Desde Ginebra, Suiza, se destacó que “un sistema de asilo robusto y un marco jurídico sólido son esenciales para lograr una integración efectiva de las personas que han reconstruido sus vidas.”
Las manifestaciones representan el 50% de la población, siendo resultado de la colaboración entre las contrapartes gubernamentales, tanto a nivel federal como local, junto con aliados del sector privado.
La falta de recursos adecuados ha generado tensiones en las comunidades que intentan ayudar a las personas desplazadas.
“Con las herramientas adecuadas, las personas refugiadas tienen un potencial enorme para integrarse plenamente en México y contribuir a sus comunidades de acogida. Ahora contamos con datos suficientes que respaldan esta afirmación,” comentó un portavoz.
La ACNUR ha señalado que el desplazamiento forzado en América sigue en niveles críticos, impulsado por la violencia, la persecución, las violaciones de derechos humanos y la inseguridad, factores que se ven exacerbados por desastres naturales.
Los informes indican que la mayoría de los desplazados forzosos en América Latina y el Caribe encuentran en sus gobiernos y comunidades un apoyo crucial, fomentando soluciones efectivas para su integración.