El año 2025 será un verdadero reto para los mexicanos, por un escenario donde las condiciones del país han cambiado drásticamente. Esto se debe no solo a factores externos,;sino a cuestiones como la guerra arancelaria iniciada por Trump, la interrupción de inversiones extranjeras en nuestro país, y la búsqueda de relocalización de empresas en la nación vecina para evitar pérdidas.; Se deben implementar programas sociales con visión a futuro.
El planteamiento de un plan para México;tiene como objetivo impulsar un desarrollo económico equitativo y sostenible; de esta manera, los programas sociales podrán priorizarse de nuevo.d El programa de costo-beneficio se convierte en una herramienta clave para determinar la viabilidad y efectividad de estas iniciativas.
Los diferentes sectores del mundo están sintiendo los efectos de la situación del país, y es crucial abordar este tema de manera integral. Esto solo será posible con una revisión efectiva de las políticas públicas y de los gastos que se realicen, lo que permitirá trabajar en pro de un México sostenible para el 2025.
Las decisiones políticas no deben depender solo de la influencia de unos pocos, sino que deben generar un impacto positivo en la población. Es fundamental establecer una reingeniería dentro de los programas sociales, organizándolos en base a metas claras que se cumplan. La rendición de cuentas y el progreso tangible son vitales para el seguimiento de estos avances.
Además, es imperativo tomar decisiones difíciles pero necesarias: evaluar los resultados de las empresas estatales y crear un modelo de inversión público-privada que minimice riesgos y garantice la viabilidad financiera pública, alineándose directamente con los objetivos de desarrollo del país.
La infraestructura productiva tiene el potencial de generar riqueza proporcionalmente, acorde al ciclo económico, impulsando así empleos mejor remunerados y aumentando los ingresos de manera general. La tarea no será sencilla, pero es factible si nos unimos bajo un objetivo claro: el bienestar de México.
La política del presidente Trump podría ser el hilo conductor para integrar los proyectos nacionales con un enfoque de cooperación mutua, donde se fortalezcan los puntos de coincidencia y se medien las diferencias. Los beneficiarios de estos acuerdos no deben seguir siendo aquellos que se han visto desfavorecidos.
Es fundamental que no se olvide que las decisiones actuales afectarán no solo el presente, sino el futuro y desarrollo interno de las próximas generaciones, por lo que México debe enfocarse en tomar decisiones informadas junto a los diferentes sectores, construyendo un desarrollo capaz de enfrentar los desafíos que se avecinan.
La espera es cotidiana y resuena con el tiempo. El futuro de México se está formando y está en nuestras manos.
Javier Agustín Contreras Rosales. Colaborador de Integridad Ciudadana AC, Contador Público, Maestro en Administración Pública@javieragustinco @integridad_ac
