La Correccional Broad River, ubicada en Columbia, Carolina del Sur, se prepara para un evento inusual. Este viernes 7 de marzo está programada la primera ejecución por fusilamiento en mucho tiempo.
El fusilamiento, un método de ejecución poco común en la era moderna, cuenta con una larga historia en Estados Unidos.
Brad Sigmon, de 67 años, ha elegido este método en vez de la inyección letal. Sigmon fue condenado a muerte en 2002 por el asesinato de los padres de su exnovia. Según su abogado, Gerald “Bo” King, la decisión fue motivada por preocupaciones respecto a inyecciones fatales contaminadas en Carolina del Sur.
En una presentación legal reciente, el equipo de defensa de Sigmon destacó a Marion Bowman Jr., quien murió el mes pasado por inyección letal. King argumentó que el estado debería proporcionar más información sobre la calidad y el protocolo del pentobarbital para que los condenados puedan tomar decisiones informadas.
No obstante, los fiscales del estado sostienen que Sigmon, al optar por el fusilamiento, renunció a sus derechos relacionados con la inyección letal y defienden que el protocolo de administración de pentobarbital es seguro.
Aunque el fusilamiento es un método reciente en comparación con otros, su uso se ha implementado en algunas jurisdicciones como Mississippi y Oklahoma, mientras que Idaho lo legalizó en 2023. Este renacimiento se debe a dificultades para obtener los medicamentos necesarios para las inyecciones letales.
El fusilamiento incluye un equipo de tres tiradores, todos empleados del Departamento de Prisiones, quienes dispararán desde una distancia de 4.5 metros. Antes de la ejecución, el condenado tiene la opción de ofrecer una última declaración y se le coloca una capucha sobre la cabeza.