Expertos indican que el crimen organizado y la estrategia actual son compatibles con las presiones del presidente estadounidense Donald Trump y la lucha contra el narcotráfico.

Ciudad de México.- La extradición de 29 capos mexicanos del narcotráfico a Estados Unidos, realizada el pasado jueves, señala una modificación en la estrategia de seguridad del gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum, en comparación con la política de su predecesor, Andrés Manuel López Obrador.
Según los analistas, el enfoque sobre el crimen organizado y el gobierno actual se alinea con las presiones ejercidas por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en la lucha contra el narcotráfico. No obstante, los datos de los primeros cuatro meses de gestión de Sheinbaum ya reflejan diferencias estratégicas.
Funcionarios de diversas entidades han señalado que los “objetivos de alto perfil” son ahora una prioridad. Además, se ha reportado que las acciones en este ámbito han incrementado en más del 600% en comparación con años anteriores.
La Organización Internacional de Seguridad, como México Evalúa, ha identificado un incremento en la actividad de grupos delictivos, especialmente en Sinaloa, Michoacán y Sonora. El aumento en la violencia es considerado alarmante por los expertos.
En las últimas dos semanas, el gobierno de Sheinbaum ha extraditado a 40 presuntos narcotraficantes, lo que representa un número cercano al promedio anual de extradiciones durante la administración de López Obrador.
La naturaleza impredecible del crimen organizado en el país plantea desafíos significativos, y la respuesta del gobierno debe ser efectiva para asegurar la seguridad pública.
Sin embargo, aún es prematuro determinar si este cambio logrará debilitar a las organizaciones criminales y reducir la violencia en el país.