Escrito en opinión Elle 28/2/2025・21:00 HS
Última actualización: 28/2/2025・10:35 HS
Hemos usado la palabra “fascismo” de tal manera que, al enfrentarnos a una opresión evidente, nos sentimos confundidos. Especialmente entre aquellos que defienden la democracia liberal y algún nivel de decencia política.
La administración de Trump se posiciona como líder en las actividades de 2024 y ha demostrado ser un experto en desinformación. Nos encontramos debilitados, cuestionándonos si realmente hay un camino hacia adelante y si ese camino es viable.
Es evidente que nos encontramos en un estado que está debilitando la estructura del país. Hubo un tiempo en que el Congreso estadounidense se oponía a nombramientos, incluso si eran del mismo partido. Ahora vemos al Partido Republicano, tradicionalmente asociado a Lincoln, respaldando nombramientos de figuras controversialmente alineadas.
Estos nombramientos no son el único problema que enfrentamos, ya que también observamos el ascenso de grupos extremistas y supremacistas blancos, organizados como los “Proud Boys”.
Cada semana, las acciones de estos grupos son cada vez más evidentes y preocupantes. La semana pasada, un exintegrante de una banda famosa se unió, y también se sumó de manera más reservada Steve Bannon, quien fue asesor de Trump en 2016, junto con otros nacionalistas cristianos radicales que continúan promoviendo su mensaje en plataformas como X (anteriormente Twitter).
Después de la Segunda Guerra Mundial, surgió un compromiso colectivo con la frase “nunca más”, que busca prevenir el resurgimiento del fascismo. Sin embargo, es fundamental recordar que nuestra historia siempre ha estado marcada por la violencia, y debemos estar alertas ante los síntomas actuales.
Nuestra realidad es preocupante y los signos de descomposición se hacen cada vez más evidentes. Debemos permanecer vigilantes y alertas, ya que esto apenas comienza.
Rodrigo Coldella
@rocordera
